Jonny (Kiah McKirnan) no ha tenido un tiempo fácil en la vida. Cuando la conocemos por primera vez, está irrumpiendo en un gran hogar que no es suyo para abastecerse de algunas necesidades, pero se detiene para darse un capricho con un nuevo conjunto de zapatos brillantes y un vestido brillante. Ella se reúne con un socio en el crimen (de tipo) para repartir los bienes, luego se dirige a casa con un padre enfermo que lucha por hacer el alquiler. Celebran la victoria de Jonny con una pizza, pero la pregunta sigue siendo: ¿qué será de ella cuando tenga 18 años?
Antes de salir a la noche con el bonito vestido y algunos artículos personales de su habitación, Jonny es enviada a vivir con una tía excéntrica, Hildie (Alicia Silverstone), en un lugar conocido por su pico en las niñas desaparecidas. A salvo en la casa de Hildie, Jonny aprende más sobre sí misma y el «Forevering», un rito de paso que le da poderes místicos que le permiten empatizar con los demás y averiguar qué le pasó a las chicas desaparecidas de la ciudad. Ahora se matriculó en una escuela preparatoria de pesadilla con el extrañamente entusiasta pero misógino director Burke (Christopher Lowell) y un oscuro novio popular para todas las chicas desaparecidas, Jonny y sus amigos se dispusieron a revelar el feo secreto de la ciudad y atrapar al perpetrador.
Escrita y dirigida por Jennifer Reeder («Knives and Skin»), «Perpetrator» hace malabares con muchas ideas, imágenes grotescas e historias secundarias, algunas de las cuales se unen y se complementan, mientras que otras chocan y distraen de los otros puntos de la trama. Es una extraña bestia pesada de un guion, y aunque nunca aburrido, nunca se mueve sin problemas. El vestido desde el principio nunca se ve de nuevo. Otros elementos aleatorios van y vienen, como por qué la escuela practica «simulacros de masacre», una versión acelerada de ejercicios de disparos activos que ahora se llevan a cabo en las escuelas. Es una idea inteligente que sólo vale la pena al final. Ciertas cosas nunca se explican del todo, como por qué Hildie castiga el robo de la secundaria de Jonny haciéndola comer uno de los objetos (lápiz labial, una buena elección colorida). El concepto de «Forevering» nunca parece tener una explicación real, ya que los poderes pueden ser diferentes de persona a persona, como un X-Men, pero en lugar de la mutación genética, es un regalo matrilineal que algunas chicas reciben en su cumpleaños 18. Hildie de alguna manera comienza el proceso haciendo que Jonny coma una rebanada de un pastel lleno de sangre.
A pesar de la narrativa nudosa, Reeder y el director de fotografía Sevdije Kastrati claramente se divirtieron jugando con los diversos elementos perturbados de la búsqueda de Jonny. Reeder imagina la vida caprichosa de Jonny, la fachada gótica pero normal de la casa de Hildie, la extraña escuela del infierno, y más tarde, un verdadero subterráneo de horrores y una sala de escape sangrienta desbloqueada por Forevering de Jonny. Uno de los disparos más llamativos, y quizás la imagen más difundida de la película, llega cuando Forevering de Jonny se vuelve salvaje, desatando una sonrisa maníaca de boca ensangrentada y dientes afilados en la cara del personaje. A través de la cámara de Reeder, rompe la vista en un frenesí caleidoscópico, aumentando la sensación de emociones enloquecidas y el poder que inunda a Jonny.
Hablando de divertirse, Silverstone y McKirnan dan todo de sí a esta película, con Silverstone mezclando una mezcla perfecta de misterio de miedo y energía caprichosa y Jonny llevando una actuación desafiante y testaruda a su papel. Sus escenas juntas son algunos de los momentos más deliciosos de la película. Como un adolescente luchando contra cualquier figura de autoridad, hay una lucha de poder entre ellos, y la intensidad caliente parece crecer con las rarezas inexplicables de Hildie y la creciente frustración de Jonny. Sin embargo, la película no encuentra una resolución definitiva para su dinámica; simplemente se salta en mejores días.
El «perpetrador» trata sobre muchos problemas que enfrentan las niñas y las mujeres, desde el miedo a perder la identidad hasta la obsesión de verse jóvenes y cómo eso afecta a la próxima generación. Se trata de llegar a tu poder y usarlo para ayudar a otros. Y se trata de no aceptar a las niñas y las mujeres como víctimas y luchar contra el sexismo en todas sus formas nefastas. No siempre está claro lo que la película está tratando de decir, pero incluso sus fallos son más interesantes que la mayoría debido a lo que Reeder y sus estrellas traen a sus personajes.